viernes, 27 de agosto de 2010

Time.

Se abrazó a la almohada tan fuerte que anheló que alguien estuviese a su lado. Un pequeño mechón de pelo le caía por las mejillas, un mechón revoltoso, como ella, inquieta. Se miró al espejo con su camisón blanco, la vejez le había arrebatado parte de su encanto pero seguía teniendo esa sonrisa juguetona, algo arrugada, que tanto había enamorado. Y en ese instante pensó en su vida, en como había sido y recordó como le encantaba montarse en los columpios, no era una niña cuando lo hacía, pero él le empujaba con tal calidez que ella se dejaba sumergir en aquellos movimientos que divierten a cualquier niño. Él susurraba en su oído: "Siente la libertad conmigo." Y ella sentía. Pero por tanto confiar en amores perfectos, ella ha envejecido con cuatro gatos  alrededor y ahora se siente frente a un espejo vacío, solamente está su silueta que le mira fijamente.





/Puedo tener a todo aquel que quisiera, pero cuando él se cruzó, prometió acompañarle siempre, pero las vidas cambian y ella seguía cerrada en ese instante que siempre quiso recordar y que ahora le había dejado sola frente a la vida y las ganas de amar./

jueves, 26 de agosto de 2010

Nuevos impactos.

Ella, siendo feliz a su manera, a la de muchos.
Pero en ocasiones las dudas nublan su mirada, sus decisiones y presiente que su mundo se desequilibra, la perfección que conocía se ve distorsionada por el pasado que ya había querido dejar atrás. Su pensamiento era paz a la vez que tormenta, sentía que el nuevo regreso podría suponerla ruina pero no la importaba mientras hiciese todo lo que quería en cada momento, porque no era ahora cuando debía arrepentirse, ni lo sería luego. Ella, incapaz de dejar de sonreír a la persona que tenía a su lado por muy mal que se sintiese por dentro. Serena en todo momento pero con un torbellino acechandole a la mente. Ella, sigue notando la música de entonces en sus oídos como si fuera la banda sonora de la película de su vida, firme, espectante, esperando que llegase cada momento.

Aún en mí.

Olvide las antiguas sonrisas y aparte mis sentimientos ahora imposibles, el pasado quedó atrás, no quiero que vuelva ahora mismo a mí, sé que en el futuro le tendré frente a mí y quizás retome lo que un día perdí. Hoy por hoy solo quiero vivir, disfrutar de lo poco que tengo, que es suficiente. Lejos de las inseguridades, caminando por la línea recta de la que sé que algún día me saldré y caeré, pero disfrutando de cada paso que doy porque me enseña a seguir y mirar solamente hacia delante. Por una vez no tengo miedo a lo que pueda suceder en mi vida, por una vez soy completamente la dueña de mis sonrisas.


(Se situó cerca de la ventana y al ver pasar un pájaro pensó en su vida y sintió la libertad que le había sido arrebatada por esa silueta que en sus sueños la veía caminar cerca del mar.)

domingo, 1 de agosto de 2010

Caricias bajo el sol

Acariciar, cada onda en el viento. Sacar la mano por la ventanilla dejando que surfee a su antojo. Sol, su calor humedece la piel dejando en el ambiente una luminosidad que abre tu vida al mundo. Viajando sin sentido hacia su ombligo.